Ciego de ira, el centauro al frente de sus tropas atacó la ciudadela incendiando y destruyendo todo a su paso.
Tan ciego y sordo estaba que sólo entendió lo que sucedía cuando halló a su Deyanira muerta entre los escombros.
Ahí vá mi humilde homenaje a estos bichitos simpáticos pero de trato complicado.
> Ver tamaño real
No hay comentarios:
Publicar un comentario